domingo, 19 de abril de 2015

CLARÍN, LA NACIÓN Y LOS 40 MILLONES DE INDIGENTES


El 22 de marzo pasado Clarín publicó una nota con un título impactante: "Ocho millones de personas reciben algún tipo de plan social". Allí se puntualizaba que "la Asignación Universal por Hijo es el programa que más beneficiarios posee". De esta manera nos enteramos, gracias a la creativa pluma del periodista Ismael Bermúdez -hermano del líder del Partido Obrero, Jorge Altamira- que la AUH es un plan social.

También se incluían rubros como programas de empleo, cooperativas de trabajo o pensiones no contributivas, que pueden ir desde aquellas que se cobran por invalidez o discapacidad hasta ganadores de Premios Olímpicos o Paraolímpicos y familiares de desaparecidos, así como también las Pensiones Honoríficas que cobran los ex combatientes de Malvinas.

Sin embargo, el 18 de abril el cruzado antipapal del diario La Nación, Mariano Obarrio, hizo una pausa en su guerra santa contra Jorge Bergoglio para dejar como un principiante a Bermúdez y llevar la cantidad de planes nada menos que a 18,2 millones. Para alcanzar esta cifra aun más disparatada que la de su colega, Obarrio se basó en un estudio de la Fundación Libertad y Progreso

Esta fundación es un autodenominado "centro de investigación de políticas públicas" integrado paradójicamente por talibanes de lo privado, entre los cuales se puede mencionar a Manuel Solanet (aquel que manejó las donaciones para los soldados de Malvinas que jamás aparecieron), Alberto Benegas Lynch, Marcos Aguinis, Roberto Cachanosky, el inefable Ricardo López Murphy, el ministro de Economía de dos dictaduras José María Dagnino Pastore y muchos otros de similares antecedentes, intereses e ideología.

La nota de La Nación también se enriquece, por así decirlo, con testimonios de personajes como la funcionaria del PRO Carolina Stanley o el ex viceministro kirchnerista despechado Daniel Arroyo.

El razonamiento que intentan inducir estas peculiares estadísticas es el siguiente:

1. Los planes sociales nacieron en la década del 90 como un recurso para paliar la crisis, el desempleo, el hambre y la miseria.

2. En la actualidad hay más planes sociales que nunca.

3. Entonces estamos peor que en los 90: si hay más planes que en aquella época es porque también hay más crisis, más desempleo, más hambre y más miseria.

Párrafo aparte merece la hipótesis que se busca instalar acerca de la AUH, pretendiendo que se trata de un plan social y no la asignación familiar a la cual tienen derecho todos los menores de 18 años. Ese postulado no es otra cosa que el primer paso hacia el objetivo final: eliminarla.

Volviendo a la cantidad de presuntos "planes sociales", cabe la posibilidad de que a Clarín, La Nación y sus repetidoras no les alcancen estas imaginativas estadísticas para convencer a la población. Por lo tanto, les sugiero acá otros beneficiarios de "planes sociales" más o menos igual de descabellados que los de ellos:

- Los trabajadores registrados que cobran la asignación familiar pagada por la ANSES, al igual que la AUH.

- Los que utilizan el transporte, parte de cuyo valor, como todos sabemos, está subsidiado.

- Los favorecidos por los subsidios a las facturas de luz, gas y agua.

- Los trabajadores que deducen del Impuesto a las Ganancias las cargas de familia.

- Los jubilados, ¡que ya no trabajan más y siguen cobrando!

- Los empresarios beneficiados por la reducción de aportes patronales.

- Los empresarios exentos de diversos impuestos por múltiples normas.

- Los productores agropecuarios que reciben subsidios.

- Los jueces y empleados judiciales que no pagan Impuesto a las Ganancias.

- Los fiscales que se van de vacaciones en primera clase con presupuesto público.

- Sus acompañantes.

La lista termina donde cada uno quiera. O no termina nunca. Por lo tanto, aplicando este método podrán llegar a los 40 millones de planes sociales. Es decir, 40 millones de indigentes que los necesitan. O incluso más, porque muchas personas estarían recibiendo más de un plan social. Si con esto los argentinos continúan sin convencerse que están hundidos en el más profundo de los abismos, atravesando claramente el peor momento de su accidentada historia, es porque se merecen este gobierno deplorable que padecen.

1 comentario:

  1. Me parece que la idea subyacente para consumo cacerolo y de lectores de clarín (acaso sean la misma cosa, pero bué) es que este gobierno no termina con la pobreza porque le conviene que haya pobres que vivan de los "planes" y que, al depender de esa "´dadiva" para vivir, tengan su voto cautivo hacia el kirchnerismo. Es decir, están empezando a darle pasto de comer a sus ovejas para que puedan digerir el resultado tan temido de las próximas elecciones. Total, si después sale como le gusta a ellos pueden decir que habló el pueblo y que fue una patriada, etc.
    Pero me parece que el trasfondo es ese. Después escuchás a gente que repite lo de los "planes" y no tiene idea de qué planes hay y les da todo lo mismo, justamente porque ha consumido estas porquerías.

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